SUPERACIÓN DE LOS BLOQUEOS CONCEPTUALES

La flexibilidad en el pensamiento es algo fundamental para una buena resolución de problemas. Esto supone la capacidad de saltar conceptualmente en torno al problema como un boxeador, saltando y pegando sin ser atrapado o fijado en un lugar concreto.

Se trata de complicarse, generar más opciones. La mayoría de las técnicas de solución creativa de problemas tienen las siguientes fases:

1. Preparación: Supone obtención de datos, definición del problema, búsqueda de alternativas y examen consciente de la información disponible.
2. Incubación: Implica sobre todo una actividad inconsciente en la que la mente combina ideas diferentes en la búsqueda de una solución.
3. Iluminación: Cuando se llega a una idea o concepción.
4. Verificación: Se evalúa y analiza la adecuación de las ideas surgidas.

MÉTODOS PARA MEJORAR LA DEFINICIÓN DEL PROBLEMA

Cuando nos enfrentamos a un problema extraño a nosotros o que no le vemos solución, tendemos a dejarlo de lado, sin definir , o a definirlo en base a antiguas experiencias y evitar menos formas de afrontarlo.

Haz lo extraño familiar y lo familiar extraño:

Una técnica bien conocida es la sinéctica. El objetivo es poner algo que no conoces en términos que ya conoces y viceversa. Analizando lo que conoces y aplicándolo a lo que no conoces se pueden realizar nuevas comprensiones.

Primero definimos el problema (hacemos lo extraño familiar). Luego distorsionamos la definición (hacemos lo familiar extraño).

Construcción de analogías:

Ante un problema: ¿A qué me recuerda? ¿Me hace sentir de forma similar a...? ¿A qué se parece? ¿A qué no se parece en absoluto?

Algunos puntos para construir analogías:
· Incluir acción o movimiento
· Incluir cosas que se pueden visualizar
· Incluir acontecimientos o situaciones cotidianas
· Trata de relacionar cosas que son aparentemente muy diferentes y desconectadas

Distinguimos cuatro grupos de analogías:

1. Analogías personales. Los individuos tratan de identificarse con el problema: si yo fuera el problema, ¿cómo me sentiría? ¿qué querría?, etc.
2. Analogías directas. Las personas aplican hechos y tecnología y su experiencia habitual al problema
3. Analogías simbólicas. Aplicando símbolos e imágenes
4. Analogías fantaseadas

Elaborar la definición

Dar al menos dos definiciones del problema además de la primera dada.

Algunas preguntas para enriquecer la definición:
§ ¿Hay algo más que incluir?
§ ¿Es cierto lo inverso o lo contrario?
§ ¿Hay un problema más general?
§ ¿Se puede iniciar de otra forma?
§ ¿Quién ve esto de forma diferente?
§ ¿A qué experiencia pasada se parece?