viernes, febrero 05, 2010

Beneficios de la natación en los más pequeños

agua-bebe Se forman, crecen y nacen rodeados de agua. Así como el líquido amniótico es el medio básico de enriquecimiento del bebé en el útero de la madre, el agua también lo es desde los primeros meses de vida extrauterina. Por eso la natación es una de las actividades físicas más completas para potenciar el desarrollo de los niños y mejorar su coordinación, equilibrio y fuerza muscular, amén de proporcionar numerosos beneficios psíquicos. No obstante, la natación para bebés poco tiene que ver con nadar o aprender a nadar: es una forma de estimular al recién nacido en el medio acuático. Ahora bien, en ningún caso adquirirán las habilidades necesarias para desarrollar la autonomía necesaria en el agua y aprender los movimientos propios que requiere la práctica de la natación.

  • La natación a edades tempranas ayuda al desarrollo psicomotor, ya que los bebés encuentran en el agua la posibilidad de moverse de forma tridimensional, con una gran libertad y continuidad de movimientos.
  • Los niños adquieren nociones de desplazamiento y distancia, lo que redunda en un mayor equilibrio y coordinación motriz. Además, su alineación postural se ve favorecida.
  • La natación fortalece el sistema cardiorrespiratorio de los más pequeños. Mediante los ejercicios de respiración en el agua se logra que aumente la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre.
  • La práctica de la natación incrementa el apetito y mejora la movilidad intestinal.
  • Niños y bebés, incluso los más moviditos o hiperactivos, se relajan y duermen mejor tras disfrutar de unas horas en la piscina.
  • El agua estimula la capacidad de juego de los bebés, lo que resultará muy ventajoso en su aprendizaje futuro, ya que desarrollan una percepción más amplia del mundo en el que viven, y son más creativos y observadores.
  • En el agua el niño empieza a conocer sus posibilidades y limitaciones, y se siente seguro.
  • La actividad acuática en común mejora y fortalece la relación afectiva y cognitiva entre el bebé y sus padres.
  • El medio acuático está recomendado sobre todo en niños con problemas de salud que dificultan su natural movilidad. Es el caso de los menores que sufren daños en la columna y precisan de silla de ruedas, e incluso, en aquellos casos de obesidad infantil.
  • Los niños más pequeños pueden presentar hiperhidratación por la ingesta masiva de agua y, derivado de ello, trastornos iónicos (la sangre se diluye y se reduce la cantidad de sales en ella).
  • Otras enfermedades frecuentes, en este caso con los ojos como protagonistas, son la conjuntivitis química por cloro, la conjuntivitis infecciosa vírica o bacteriana, y la infección de córnea en niños que usan lentillas.
  • Las infecciones en la espalda (pitiriasis versicolor), en los pies por hongos, y/o diarreas también se pueden contraer en el agua.

No hay comentarios.: