miércoles, marzo 17, 2010

El éxito y la felicidad son fáciles de alcanzar

exito-fracaso Todas las acciones que se requieren para el éxito y la felicidad son bastante fáciles, si las hacemos una a una. El cambio del error a la disciplina es fácil, y también lo es pasar del fracaso al éxito. Es fácil porque lo podemos hacer y siempre es fácil hacer lo que tenemos capacidad para hacer. Es posible que tengamos que trabajar arduamente en la parte de la ecuación que corresponde a la disciplina diaria, pero ejercitar nuestros talentos para abrazar el éxito y sus recompensas, es muy fácil.

Pero si es tan fácil, ¿por qué no hay más entre nosotros que lo hagan?

Porque aunque es fácil hacer lo que se requiere para el éxito y la felicidad, también es fácil no hacerlo.

Los peligros de la negligencia

Aquello que es fácil hacer también es fácil no hacerlo. La razón principal por la cual a las personas no les va tan bien como deben y pueden, puede explicarse en una palabra: negligencia.

No es falta de dinero -los bancos están llenos de dinero. No es falta de oportunidad- los Estados Unidos continúan ofreciendo las oportunidades más increíbles y abundantes que se hayan visto en país alguno durante seis mil años de historia documentada. No es la falta de libros - las bibliotecas están llenas de libros .... ¡y son gratis! No son las escuelas - las aulas están llenas de buenos maestros. Tenemos muchos sacerdotes y ministros religiosos, dirigentes, consejeros y asesores.

Todo lo que pudiéramos necesitar para convertirnos en ricos, poderosos y distinguidos lo tenemos a nuestro alcance. La razón principal por la cual muy pocos aprovechan las ventajas que tenemos es, sencillamente, la negligencia.

Muchos de nosotros hemos oído la expresión "Una manzana al día evita las visitas a la enfermería". Podemos debatir la validez de este dicho, pero ¿y si fuera cierto? Si con una acción sencilla -esa disciplina tan sencilla - pudiéramos ser más sanos y estar más alertas durante nuestras vidas, ¿no tendría sentido y no sería fácil comernos la manzana todos los días?

Suponiendo que esta cita sea cierta, ¿por qué no comemos una manzana al día - todos los días -para conservar nuestra salud? Si es tan fácil y esta disciplina conlleva una recompensa tan importante, ¿porqué no lo hacemos? Porque las cosas que son fáciles de hacer también son fáciles de no hacerlas. El fracaso es así de sutil. El fracaso es, en gran parte, una consecuencia de la negligencia. Dejamos de hacer las cosas pequeñas que debemos hacer y esta licencia, aparentemente insignificante, se transfiere a esas cosas que son importantes que hagamos. Una negligencia insignificante tiende a convertirse en un omisión de calibre después de cierto tiempo.

El abandono es parecido a una infección. Si no se controla, se extiende por todo nuestro sistema de disciplinas y finalmente lleva al desmoronamiento de una vida humana con posibilidades de ser próspera y feliz.

El no hacer lo que sabemos que debemos hacer nos hace sentir culpables y la culpabilidad lleva a la erosión de la confianza en nosotros mismos. Conforme disminuye esta seguridad, disminuye nuestro nivel de actividad. Conforme disminuye nuestro nivel de actividad, inevitablemente declinan nuestros resultados. Conforme sufren nuestros resultados, nuestra actitud comienza a debilitarse. Conforme nuestra actitud gira de lo positivo a lo negativo, la confianza en nosotros mismos disminuye todavía más... y sigue ...y sigue... el ciclo. El no hacer las cosas que podemos y debemos hacer, resulta en la creación de una espiral negativa, que una vez que comienza es difícil de detener.

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