martes, marzo 16, 2010

RESULTADOS

Cualquier negocio o actividad personal emprendido en la estación apropiada y después del transcurso de tiempo suficiente, producirá resultados predecibles. La razón de ser de las estaciones es la productividad, y el propósito de nuestra actividad lo constituyen los resultados.

Los resultados son la cosecha producida por nuestros esfuerzos pasados. Si el agricultor ha sembrado únicamente un puñado de semillas en la primavera, no puede esperar una cosecha abundante en el otoño. De la misma manera, si una persona ha participado en una cantidad mínima de actividad en el pasado, no debe esperar resultados significativos en el presente.

Los resultados son siempre directamente proporcionales al esfuerzo. Los que descansan en la primavera no cosechan en el otoño, no importa lo grande que sean sus necesidades o sus deseos. Los resultados son las recompensas reservadas para aquellos que tuvieron la previsión de aprovechar una oportunidad previa. Si se pierde la oportunidad, no habrá recompensa.

La oportunidad de la primavera es breve. La oportunidad se acerca, llega y pasa rápidamente. No se demora ni pausa para mirar hacia atrás. La oportunidad solamente se nos presenta y aquellos que responden a su llegada con actividad inteligente, obtendrán la medida completa de los resultados deseados.

Todo lo que hacemos determina nuestros resultados futuros. Al igual que el agricultor que ara el terreno en preparación para la siembra, tenemos que trabajar en el desarrollo de una filosofía sólida. Al igual que el granjero que cuida y abona su siembra para destruir las hierbas nocivas y alimentar la semilla, tenemos que esforzarnos para desarrollar una nueva actitud. Finalmente, al igual que el agricultor que atiende su cultivo desde la madrugada hasta la puesta del sol, anticipando la cosecha en el futuro, tenemos que dedicarnos al trabajo - a la actividad diaria.

Si en el pasado nuestras labores han producido una cosecha insuficiente, no podemos hacer nada para alterar este resultado. No podemos cambiar el pasado. No podemos pedirle a la naturaleza que haga una excepción a sus reglas, no importa el hambre que tengamos. La naturaleza tampoco permitirá que pidamos un adelanto a la tierra. Lo único que podemos hacer es prepararnos para la llegada inevitable de otra primavera - otra oportunidad - y a su llegada, sembrar, alimentar y cuidar nuestro cultivo con toda la diligencia posible, recordando las consecuencias dolorosas de la negligencia pasada. Sin embargo, al recordar las consecuencias, no podemos permitir que éstas nos abrumen. Su lección debe servirnos y no abatirnos.

Durante todo el transcurso de nuestras vidas, experimentamos un número de primaveras y cosechas. Nuestra felicidad futura es raras veces el resultado de una sola cosecha. Mas bien, es el re­sultado de una multitud de oportunidades individuales aprovechadas o tristemente descuidadas. Nuestra felicidad se basa en el efecto acumulado de nuestra actividad anterior. Es por esto que es tan importante estudiar los resultados. Observarlos regularmente es la manera de obtener un indicador que nos muestre lo que el futuro nos tiene reservado, mientras proseguimos por el camino actual. Si los resultados actuales son satisfactorios, el futuro, probablemente, producirá la misma cosecha abundante. Si los resultados actuales no son los que deseamos, debemos, entonces, escrutinar todos los factores que pueden habernos empujado abierta o disimuladamente en dirección equivocada.

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