jueves, marzo 11, 2010

Cómo se forma nuestra filosofía personal

el-cambio Nuestra filosofía personal proviene de lo que sabemos y del proceso por medio del cual llegamos a saber todo lo que sabemos actualmente. En el transcurso de nuestras vidas recibimos impacto de una multitud de fuentes. Lo que sabemos proviene de la escuela, de los amigos y asociados, del hogar y de la calle, de influencia ejercida por los medios de comunicación, proviene de los libros y del proceso de leer, de escuchar y de observar. Las fuentes de conocimientos e información que han contribuido a la formación de nuestra filosofía actual son casi ilimitadas.

Como adultos, toda la información que nos llega es examinada bajo el lente de nuestra filosofía personal. Agregamos a nuestro inventario de conocimientos aquellos conceptos que parecen estar de acuerdo con las conclusiones que ya nos hemos formado y de esta manera reforzamos nuestra manera de pensar actual. Aquellas ideas que parecen contradecir nuestras creencias generalmente se rechazan rápidamente.

Constantemente estamos en proceso de confirmar,. a la luz de nueva información, nuestras creencias existentes. Conforme mezclamos lo nuevo con lo viejo, el resultado es el fortalecimiento de nuestras creencias antiguas o la ampliación de nuestra filosofa actual, con base en nueva información acerca de la vida y las personas.

Las mismas creencias que dan forma a nuestra filosofía personal determinan nuestro sistema de valores. Nuestras creencias nos llevan a decidir que es lo que, como seres humanos, consideramos valioso. Con el paso del día, decidimos hacer lo que consideramos valioso. Si una persona decide comenzar su día a las cinco de la mañana para aprovechar las oportunidades que le permitirán proporcionarle a su familia las cosas buenas de la vida, ¿qué está haciendo realmente esa persona? Está haciendo lo que considera valioso de acuerdo con su filosofía. Al contrario, una persona que decide dormir hasta el mediodía también está haciendo lo que considera valioso. Sin embargo, el resultado de las dos filosofías - de acuerdo con la apreciación de las personas acerca de lo que consideran valioso - será inmensamente diferente.

Todos tenemos ideas propias acerca de las cosas que afectan nuestras vidas, basadas en la información que hemos recopilado con el paso de los años. Cada uno de nosotros tiene un punto de vista personal acerca del gobierno, la educación, la economía, nuestro patrón y un sinnúmero de otros temas. Lo que pensamos acerca de estos temas se suma a nuestra filosofía emergente y nos conduce a ciertas conclusiones referentes a la vida y a la manera como funciona. Estas conclusiones, a su vez, nos llevan a juzgar ciertos valores y este juicio determinará nuestra actuación en un día dado, o bajo ciertas circunstancias. Todos hemos tomado y seguiremos tomando decisiones basándonos en todo aquello que consideramos valioso. Si las decisiones que tomamos nos llevan al éxito inevitable o al fracaso ineludible, el desenlace depende de la información que hayamos recogido a través de los años para formar nuestra filosofía personal.

En el transcurso de la vida, los vientos de las circunstancias soplan sobre todos nosotros en una corriente continua que afecta cada una de nuestras vidas.

Todos hemos experimentado los vientos de la desilusión, de la desesperación y del dolor abrumador. Entonces, ¿por qué si todos nos embarcamos en el mismo lugar al principio de nuestras vidas, con la intención de llegar al mismo destino, llegamos a lugares tan diferentes al final del trayecto? ¿No navegamos todos en el mismo mar? ¿No nos han impulsado a todos los mismos vientos de las circunstancias y no hemos sufrido el embate de las mismas tormentas turbulentas del descontento?

La manera como hemos ajustado nuestra vela determina la fuerza que nos guía a los destinos diferentes en la vida. La manera de pensar de cada uno es lo que más diferenciará nuestros puertos de llegada. La diferencia principal no la establecen las circunstancias, la diferencia principal radica en el ajuste de la vela.

A todos nos afectan las mismas circunstancias. Todos tenemos desilusiones y nos enfrentamos a desafíos. También sufrimos reveses y momentos en los cuales, a pesar de nuestros mejores planes y esfuerzos enormes, las cosas parecen desmoronarse. Las circunstancias desafiantes no son eventos reservados para los pobres, los ignorantes o los menesterosos. Los ricos y los pobres tienen hijos que se meten en apuros. Los ricos y los pobres tienen problemas conyugales. Los ricos y los pobres se enfrentan a los mismos desafíos que pueden llevar a la ruina financiera y a la desesperación. En el análisis final, la calidad de nuestras vidas no la determina lo que sucede sino lo que decidimos hacer después de haber luchado tratando de ajustar la vela, y descubrir que el viento ha cambiado de dirección.

Al cambiar la dirección del viento, nosotros tenemos que cambiar. Tenemos que luchar para ponernos en pie una vez más y reajustar 1a vela, de manera que nos conduzca hacia el destino que hemos escogido deliberadamente. El ajuste de la vela -nuestra manera de pensar y nuestra manera de responder -tiene una capacidad mucho mayor para destruir nuestras vidas que los desafíos a que nos enfrentamos. La rapidez y responsabilidad con que respondemos a la adversidad es más importante que la adversidad en sí. Una vez que nos disciplinemos para entender esto, finalmente y voluntariamente concluiremos que el gran desafío de la vida es llegar a controlar el proceso de pensar.

Aprender a reajustar la vela, de acuerdo con los vientos cambiantes, en vez de permitir que dichos vientos nos impulsen en una dirección que no hemos escogido, requiere el desarrollo de una disciplina totalmente nueva. Requiere que dediquemos nuestros esfuerzos para establecer una filosofía personal poderosa que ayude a influenciar positivamente todo lo que hacemos y todo lo que pensamos y decidimos. Si tenemos éxito en esta valiosa labor, el resultado se manifestará como un cambio en el nivel de nuestros ingresos, cuenta bancaria, estilo de vida y relaciones; en los sentimientos hacia las cosas de valor y en el razonamiento en los momentos en que nos encaramos a un desafío. Si podemos alterar la manera como percibimos, juzgamos y decidimos los asuntos de mayor importancia en la vida, podemos cambiar nuestras vidas de manera dramática.

La filosofía es la piedra angular en las bases del Las Cinco Piezas Principales del Rompecabezas de la Vida. Nuestra manera de pensar es un factor importante en la determinación del resultado de nuestras vidas. Todo lo que se desarrolla en la mente humana, ya sean ideas, pensamientos o información, forma nuestra filosofía personal. Nuestra filosofía luego influencia nuestras costumbres y comportamiento y es aquí donde radica el comienzo de todo.

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